lunes, diciembre 10, 2007

Siglo XVIII


Es la ideología y la cultura elaborada por la burguesía europea en su lucha con el absolutismo y la nobleza. También puede ser definida como la culminación del racionalismo renacentista. Se trata de un fenómeno iniciado en Francia, que se va extendiendo por toda Europa a lo largo del siglo XVII. La Ilustración es la postura crítica que adopta la burguesía frente al orden establecido.

Las características de la Ilustración son las siguientes:

Racionalismo

Búsqueda de la felicidad

Creencia en la bondad natural del hombre

El Optimismo

El Laicismo

El ideal de la Ilustración fue la naturaleza a través de la razón. En realidad no es más que el espíritu del Renacimiento llevado hasta sus últimas consecuencias, en manifiesta oposición con lo sobrenatural y lo tradicional.. El Ilustrado llegaba al amor al prójimo partiendo de la razón y no de la Revelación.

La razón también podía llevarle a Dios creador del orden universal o bien en no creer en principio Supremo alguno. Por ello, la mayoría de los ilustrados eran deístas, aunque o sencillamente ateos.

La Ilustración tomó el nombre de Enciclopedia en Francia y en los países latinos, y el de Aufklärung en las naciones germánicas.

EL RACIONALISMO

Sin duda, el vocablo más utilizado en el siglo XVIII en literatura, filosofía y ciencia, es el de “racional”.. Los intelectuales de éste siglo dieron a su época en nombre de “siglo de las luces”, refiriéndose a las luces de la lógica, de la inteligencia, que debía iluminarlo todo.

Se da enorme importancia a la razón: el hombre puede comprenderlo todo a través de su inteligencia; sólo es real lo que puede ser entendido por la razón. Aquello que no sea racional debe ser rechazado como falso e inútil.

Este racionalismo llevó a la lucha contra las supersticiones, por eso en este siglo termina la denominada “caza y quema de brujas”.

En el campo de la religión, la postura racionalista hizo que apareciese el deísmo: la mayor parte de los ilustrados son deistas, que afirman la existencia de un Dios creador y justo, pero consideran que el hombre no puede entrar en contacto con la divinidad, y por tanto no sabe nada de ella.

De acuerdo con esto, los deistas rechazan las religiones reveladas, pero al mismo tiempo practican la tolerancia religiosa, pues si todas las religiones valen lo mismo, todas deben ser permitidas.

BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD

Se considera que la Naturaleza ha creado al hombre para que sea feliz. Pero de acuerdo con la mentalidad burguesa, esta felicidad para que sea auténtica debe basarse en la propiedad privada, la libertad y la igualdad.

Cuando los ilustrados citan la igualdad, no se refieren a la igualdad económica, sino a la política y legal: igualdad ante la ley.

CREENCIA EN LA BONDAD NATURAL DEL HOMBRE

Los filósofos de la época piensan que el hombre es bueno por naturaleza.

EL OPTIMISMO

El hombre del siglo XVIII piensa que la naturaleza es una especie de máquina perfecta que lo hace todo bien.; hay motivos, por tanto, para sentirse optimista. Por otro lado, se considera que la historia supone la evolución progresiva de la humanidad, es decir, que el hombre con el transcurso de los siglos se va perfeccionando continuamente; así llegará el momento en que se logrará construir la sociedad perfecta, una especie de paraíso en la tierra.

EL LAICISMO

La Ilustración es la primera cultura laica de la historia de Europa; cultura al margen del cristianismo, y en algunos aspectos anticristiana.. Esto tiene su explicación en cierto rechazo por parte de la Iglesia, de la forma de vida burguesa. La burguesía constituye una clase que, desde su aparición, vive del comercio, del préstamo con interés y del lucro. Todavía en el siglo XVIII nos encontramos con teólogos que consideraban al préstamo con interés como usura; con moralistas que seguían hablando de ganancias ilícitas y, con sacerdotes que predicaban que era más fácil salvarse a un hombre dedicado al ocio, que no al comerciante.

Las virtudes cristianas son transformadas en virtudes laicas; los ilustrados nunca hablan de caridad (amor al prójimo por amor a Dios), sino que emplean la palabra filantropía (amor al hombre por el hombre mismo).El carácter no religioso de la Ilustración se nota también en las lecturas de la época: en el siglo XVII los libros que más se editaban eran las vidas de santos y las obras de piedad; en cambio en el siglo XVIII las obras más editadas son de filosofía, ciencias naturales y apenas libros religiosos.

El paso del XVIII por Canarias
El siglo XVIII supuso para el puerto el momento de su asentamiento y mejora. Hasta entonces, Santa Cruz era considerada como el puerto de La Laguna; en el siglo XVIII este puerto pasó de ser un lugar de paso hacia el interior a convertirse en un importante centro de transacciones comerciales. Fue considerado como un verdadero puerto comercial en la manera en que lo era el puerto de la Orotava y que lo había sido en siglos anteriores el de Garachico, arruinado tras la erupción volcánica de 1706.

  • Las mejoras en las comunicaciones interiores: salvaban en parte las dificultades de traslado de los productos de exportación desde el norte de la isla.
  • La instalación permanente de los capitanes generales en Santa Cruz: fue una de las razones del constante impulso que durante todo el siglo XVIII se destinó a la infraestructura para la mejora del puerto.
  • El nacimiento de una pequeña clase burguesa-comercial. a la sombra del tráfico marítimo.

A la hora de entender este progreso, observamos de forma evidente que las sucesivas mejoras en el muelle motivaron la prosperidad de toda la población. El capitán general de Canarias Agustín de Robles y Lorenzana (1705-09) con mejores conducciones y obras de distribución dotó de agua a Santa Cruz posibilitando un suministro a los navíos más eficaz. El interés de los comandantes generales por adecuar un muelle en condiciones fue acometido con la ayuda de los ingenieros militares, nuevos técnicos necesarios para desarrollar lo que en siglos anteriores había sido una sucesión de fracasos. La primera gran dificultad que había que afrontar era replantear el lugar idóneo para el muelle. Recordemos que durante todo el siglo XVII las transacciones portuarias se vieron realizadas en la Caleta, ahora llamada de la Aduana, por encontrarse allí dicho edificio. La Caleta no era el lugar propicio para la instalación de un muelle con el suficiente calado. El primero de los ingenieros militares en sugerir un cambio de emplazamiento fue Miguel Benito Herrán que en 1729, propuso la construcción de un dique que partiera desde la laja de San Cristóbal. Este proyecto, por carencia de fondos y de iniciativa, no se llegó a realizar. En 1741 el comandante general Bonito y Pignatelli ordenó su ingeniero Antonio La Riviere el estudio y proyecto de un muelle en el lugar indicado doce años atrás por Benito Herrán. Al año siguiente La Riviere entregó su proyecto que fue aprobado en Madrid en mayo de 1742. No obstante el proyecto se quedó en papel.

La Ilustración canaria (s. XVIII).
Es una de las épocas más interesantes en Canarias ya que destacarán varias figuras
dentro de esta época ilustrada.
En Canarias no se negará en ningún momento la influencia francesa, como sí
pasó en la Península (siempre se ha hablado de la apertura de las islas a las cosas
extrañas que vienen de fuera).
Empieza a aparecer la necesidad de una universidad canaria por el afán de que el
pueblo adquiriera una educación, y además en su lugar de origen. Se va a crear la
llamada Tertulia de Nava (nombre que proviene de una familia que mucho tiene que ver
en la historia de La Aldea), formada por los intelectuales que destacarán en el siglo
XVIII canario: el Vizconde de Buen Paso (poeta y crítico narrador), los Iriarte (entre
ellos, el fabulista) y el más importante de todos ellos: José de Viera y Clavijo.

3 comentarios:

Juanjo Acosta dijo...

La Ilustración en Canarias, incompleta, José.

Anónimo dijo...

eres tonto y feo.

José Damián dijo...

jjajajaj y tu creo ke ers afortunao yegas a tiempo de ser mi SEGUNDO(Anónimo)